COSTILLA ENCEBOLLADA

Un guiso de categoría. Con tres ingredientes tendrás una receta de las de la abuela. Un sofrito, vino blanco y chup chup…del puchero.

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Dificultad

 1/5

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PREPARACIÓN

Troceamos la costilla y la enharinamos ligeramente golpeando cada pieza con suavidad para quitar el exceso.
Ponemos en una cazuela con unas 4-5 cucharadas de aceite de oliva y cuando esté bien caliente doramos la costilla a fuego alto para sellarla y quede con un rico color dorado. La vamos sacando a un plato y reservamos.

Vamos calentando el caldo para tenerlo preparado.
Picamos menuda la cebolla y la pochamos en la misma cazuela y con el mismo aceite donde hemos hecho la costilla. Si es necesario añadimos un poco ás de aceite. Echamos sal.
Añadimos pimienta negra al gusto, el tomillo y el romero.
Cocinamos la cebolla hasta que esté pochada y dorada.
Cuando esté, añadimos las dos cucharadas rasas de harina y removemos bien para tostarla, con cuidado de que no se queme.

Ahora añadimos el vino, removemos un par de minutos para evaporar el alcohol e incorporamos el caldo caliente.
Dejamos cocinar 5 minutos a fuego medio. Rectificamos de sal si fuese necesario.
Pasado el tiempo lo retiramos y echamos en un recipiente donde lo trituraremos con la batidora. Reservamos.

Volvemos a usar la misma cazuela por aquello de recuperar los jugos de cocción. Vertemos por encima la salsa triturada.
Dejamos cocinar tapado a fuego medio (6 sobre 9 en mi caso) durante 1h y 15 min. Removeremos de vez en cuando con cuidado de que no se pegue y si fuera necesario incorporamos algo más de caldo.
Pincharemos la carne para verificar que esté tierna, ya que el tiempo de cocción dependerá de la carne.

y toca chuparse los dedos en sentido literal!